Serie de la muerte, 2020. Carboncillo sobre papel.
Es como si la muerte es sólo el principio. Aquí es donde empieza, Ahora entiendo. Y a partir de esta terriblemente hermosa tragedia viene una nueva vida, siempre. Inmerso en la naturaleza, cada momento trae consigo el conocimiento, una comprensión más profunda, yo soy – todos somos ‘naturaleza’, un colectivo. La absorción de la información mediante la observación de mi entorno natural inmediato, me doy cuenta. Estrechamente testigo de los cambios vitales en el estado y la temporada, las consecuencias medioambientales de nuestras acciones irreflexivas, y los efectos evidentes en esta micro ecosistema. sequías grabación, incendios forestales y las inundaciones de agua de lluvia parece haberse convertido en una forma de entender por qué, y cómo y necesitamos desesperadamente este recordatorio. Este lugar que habito, al lado y como el árbol, el pájaro, la hormiga. Somos inseparables, para la supervivencia de uno al otro. Teniendo esto en cuenta, Me puse una meta. Para pagar una especie de homenaje a estas criaturas. Detallado, estudios de observación de las formas naturales que han ‘cumplido su propósito’ culminó en la vida en este ‘Serie de la muerte’. Cada día, un paseo por el bosque, valle y el jardín en busca de algo que ya no viven llevaron a descubrimientos de cráneos, flores de calabacín, huesos de la mandíbula, compostaje hojas, fruta caída… que luego son observado y registrado usando carbón como material de, que comparte el mismo estado muerto como sus sujetos. En el verano de 2019 un incendio forestal catastrófico destruyó un número récord de oliva, hectáreas de pinos y almendros en esta región. Con una fuente aparentemente ilimitada ahora de carbón vegetal continúo para registrar el inicio del proceso. Tales mentiras belleza su interior. Recrecimiento, reproducción, regeneración y restauración.