Todo esto consume, toda la naturaleza devoradora de la especie humana. En nuestro intento de vivir la vida perfecta, tener el cuerpo perfecto, la casa perfecta, posesiones – arruinamos este mundo perfecto. Así es esta lucha entre el esqueleto y lo sensual relacionados con este? Si yo fuera a seguir la búsqueda disciplinada para un no-cuerpo, una frágil figura esquelética que estaría consumiendo menos, que ocupa menos espacio en este mundo ya saturado. Pero para abrazar el me sensual implica consumir; productos de belleza, comida, ropa, revistas, una que requiere el consumo de imágenes estaría añadiendo al agotamiento de lo que está a mi alrededor. Vivir en el aire – una historia que leí una vez sobre un culto de seguidores que creyeron que sobrevive sólo del aire fue la respuesta. Obsesionado con lo que entra en mi cuerpo; boca, la vagina devora y consume – negarme a mí mismo estas cosas para controlar a mí mismo y mi entorno. Mi trabajo en la actualidad muestra formas devoradoras vulvic – en el suelo en arena creando este entorno (el auto sensual) y en las paredes / techo sobresalga las defensas esqueléticos que actúan como un control para este consumo y al mismo tiempo resultado de la falta de consumo (es decir, la piel estirada sobre los huesos, espina dorsal que sobresale a través de la piel). Para experimentar una existencia mucho más simple en la actualidad en Chipre, un presupuesto limitado, muy pocos y sólo esenciales posesiones, electricidad de paneles solares, para caminar, andar en bicicleta, Estoy aún más decidido a resistir las tentaciones del mundo del consumidor.